
La obligatoriedad de la facturación electrónica es cada vez más inminente.
El primer paso para todos los autónomos y pymes, será la implementación de sistemas y programas informáticos que garanticen la integridad, conservación, accesibilidad, legibilidad, trazabilidad e inalterabilidad de los registros de facturación, con el objetivo fundamental de reducir el fraude fiscal.
Por ello, los nuevos programas de facturación deberán utilizar un software homologado por la Agencia Tributaria, con los requisitos legales y especificaciones técnicas que se establecen en el Real Decreto 1007/2023, de 5 de diciembre de 2023.
La fecha de entrada en vigor será el próximo 1 de julio de 2025, estableciéndose régimen sancionador de una de multa fija de 50.000 euros por ejercicio por tenencia de sistemas o programas informáticos o electrónicos que no se ajusten a lo establecido.